El 2022 debería ser el año en el que la dirección del Partido Nuevo Progresista modifique su mensaje y la forma en que se comunica con el 53% de los puertorriqueños que favorecieron la Estadidad en el Plebiscito del 2020.
Durante los pasados 12 años en Puerto Rico se ha estado produciendo una nueva correlación de fuerzas ideológicas, que ha tenido, entre muchos otros efectos en el comportamiento de la sociedad, los siguientes:
□ Una reducción en la militancia de los dos principales partidos políticos (PNP y PPD).
□ De igual forma ha tenido su efecto en el PIP, que ha dejado de ser la principal plataforma partidaria del independentismo, que hoy ven al Movimiento Victoria Ciudadana como su nueva "sede", al igual que los sectores de la izquierda que tradicionalmente militaron en el Partido Popular.
□ La consolidación del voto estadista, más allá del PNP, conviirtiendo ese movimiento en la principal fuerza política en Puerto Rico.
El desafío que ahora tiene el Partido Nuevo Progresista radica en revertir la tendencia de reducir sus votos durante las pasadas tres elecciones, para intentar gobernar con una mayoria legislativa que le facilite resolver el problema colonial de la Isla y mejorar de manera definitiva la calidad de vida en Puerto Rico. Para lograr eso se requiere re-fundar el PNP, añadiendo nuevos rostros a su oferta electoral y propiciando que el talento existente en una nueva generación que cree en la igualdad de derechos para los puertorriqueños como ciudadanos americanos, se motive a participar en la política y en el servicio público. De lo contrario, el 2024 podría ser el último ciclo electoral donde participe el PNP con una oportunidad real de ganar unas elecciones.
En el PPD el proceso de "eutanasia política" se desarrolla con mayor rapidez, mientras algunos de sus líderes intentan darle oxígeno a un cuerpo, qué, por su eterna indefinición respecto al estatus político de Puerto Rico, fue condenado a su constante reducción electoral y eventual desaparición.
En esa nueva correlación de fuerzas ideológicas en el Puerto Rico de hoy, se produce un debate constante entre movimientos conservadores y otros liberales, tanto a lo interno del PNP, cómo en el PPD, teniendo un efecto de fortalecer al sector de la izquierda, que ahora tendrá en el Movimiento Victoria Ciudadana su principal plataforma electoral camino al 2024.
¿Con cuanta seriedad y sentido de urgencia se percibe esa nueva correlación de fuerzas ideológicas en la dirección de los dos partidos tradicionales - el PNP y el PPD? La respuesta la confirmaremos durante el desarrollo del año que recién acaba de comenzar. De lo que NO deben tener duda, es que en la política ningún partido es eterno, y qué, cuándo se dejan de ocupar espacios fundamentales, surgen otras instituciones para ocupar los mismos.
Considero que el PNP tiene mayores posibilidades que el PPD de revertir la irrefutable tendencia en la reducción de sus fuerzas, ya que se ha consolidado un movimiento estadista que trasciende partidos políticos.
En ese sentido, la actual dirección del PNP tiene un mercado al cual dirigir sus mensajes, aunque al presente, se enfoque en dirigirse a otros "mercados electorales", qué, por su naturaleza, son contrarios al Movimiento Estadista.
Inició el 2022 y el sol saldrá todos los días por el Este...